Higiene especial en niños y niñas

En nuestro especial para el mes del niño, queremos hablarles de dos temas importantes en los primeros años.

Generalmente, es en los primeros 2 o 3 años que los niños comienzan a desarrollar habilidades como lavarse las manos, no usar pañal, ir al baño solos y bañarse solos; es en ese momento donde los padres debemos vigilar sus hábitos de higiene y enseñarles a asearse de la forma correcta.

En los niños:

– Cuando los niños están dejando el pañal y comienzan a ir solos al baño, es normal que orinen sentados en la taza del baño mientras se acostumbran. Con el paso del tiempo, adopatarán el hábito de orinar de pie. Es importante mantener limpia la taza del baño o acostumbrarlos a usar un protector de sanitarios, ya que los niños y niñas a tempranas edades son más propensos a contraer infecciones.

– Durante el baño diario, los padres deben vigilar y orientar a sus hijos. Se debe prestar especial atención en la limpieza de las axilas, rodillas, cuello, piernas y pies, para evitar la aparición de hongos o bacterias. Al bañar sus genitales, tenga cuidado de no bajar la piel del prepucio con fuerza, ya que podría causarle algún daño. Use jabones suaves para no irritar su piel.

En las niñas:

La higiene y los hábitos de las niñas deben ser un poco más cuidadosos

– Al ir al baño, es importante que los padres les enseñen a limpiarse de forma adecuada. Siempre deben hacerlo por detrás y de adelante hacia atrás; de otra forma, las bacterias del recto infectarán la vagina.

– Las niñas están más expuestas a contraer infecciones urinarias, así que preste mucha atención si su hija orina más de lo normal o se queja de dolor o ardor cuando orina. Para prevenir este tipo de infecciones, enseñe a su hija a no aguantar la orina, y asegúrese de mantener limpia y desinfectada la taza del baño. Usted también puede acostumbrar a su hija a usar un protector de sanitarios, especialmente cuando salen de casa.

– Igual que con los niños, en el baño diario se debe prestar atención a la limpieza de las axilas, rodillas, cuello, piernas y pies, para evitar la aparición de hongos o bacterias.