Muchas veces, al lavar la ropa, especialmente la de colores intensos, nos damos cuenta que tiende a soltar color, quedando descolorida y, en ocasiones, manchando el resto de la ropa que se está lavando. Esto se debe a que muchas de estas prendas han sido teñidas mediante procesos de baja calidad.

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Sin embargo, hay algunos tips muy fáciles que se pueden seguir para evitar que esto suceda:

1. Revisa la ropa antes de lavarla. Verifica, especialmente en la primer lavada, que la prenda es segura y que su tinta está bien adherida. Puedes dejarla en remojo con agua y jabón durante media hora; así te darás cuenta si el color se desprende.

2. Lava tus prendas por grupos. Separa los colores claros, oscuros, brillantes y blancos, y lávalos por separado.

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3. Un truco casero muy conocido para ayudar a adherir los colores en las prendas nuevas, es dejarlas en remojo con agua y sal durante 20 minutos, antes de la primer lavada.

4. Recuerda siempre leer las instrucciones de lavado en las etiquetas de tus prendas ya que algunas deben lavarse a mano, con una temperatura adecuada o en un ciclo de lavado delicado.